Adiós

— Desearía, —Dijo la niña —Que no te fueras. —Y sus manos apretaron con fuerza las mías
— Te voy a extrañar —Contesté casi al instante —Nadie va ser como tu. —Y acerqué mi cuerpo al suyo.
— No mientas —Contestó. Una lágrima brilló con la luz de la luna. —Por favor no mientas, no lo hagas.

Apoyó su cabeza en mi pecho. Su respiración y la mía se acompañaron.  Su aroma me inundó. Tomé su rostro entre mis manos, acaricié sus mejillas, limpié unas lágrimas y la besé.
Un beso cálido que no conoce impurezas, cómo el suave roce de un pétalo de flor. Me besó, nos besamos con el ímpetu delicioso de su juventud; con el arrullo cálido de su piel, nos besamos.

— Te quiero.
— Yo también te quiero, pequeñita.
— ¿Te vas?
— Debo irme, pero sabes que volveré.
— ¿Cuándo volverás?
— Volveré…
— No volverás nunca. Quizá sea muy tarde cuando decidas volver. ¡No te vayas!

Acaricié su cabello, la miré.
— No estés triste. —Dije, al tiempo que acariciaba su cabello y la miraba. —Me enamoré de tu sonrisa. ¿Puedo verla una vez más?. —Ella abrió sus ojos grandes en una mirada transparente y entonces una leve sonrisa enmarcó su rostro. Al instante fui feliz.

Estaba preciosa, esa noche, siempre.  La abracé, nos volvimos a besar. Un beso que fue eterno. Nos dijimos adiós. La besé nuevamente, rozando sólo mis labios con los suyos. Otro adiós. Entrelazamos nuestras manos. Una vez más, adiós.

Ella se quedó ahí, mirando sonriente. Su exquisita sonrisa me despedía, sus lágrimas me extrañaban.

Levanté la mano, le dije adiós por última vez, sonreí y antes de llorar desaparecí, me fui.

7 comentarios sobre “Adiós

  1. y si al contrario ella se va?
    La idea de la partida del hombre con ese aire lacrimógeno de la mujer no solo contradice la realidad, si no q

  2. ….la poesía….cada palabra un témpano lancinante de cacofonías.

    ¡quema las naves del tedio dulzón!
    deja de oler cabellos de mujer

  3. Hey Diego, Gracias, por tus palabras.
    Una sola acotación a todo lo que dijiste: No escribo cuentos de amor, solo modifico un poco las realidades para hacerlas mas llevaderas.
    Tengo otras cosas que escrito que son cuentos, pero los escritos de amor precisamente no son cuentos ni imaginaciones. Creo que se le puede llamar catarsis.

  4. Una sola acotación a todo lo que dijiste: No escribo cuentos de amor, solo modifico un poco las realidades para hacerlas mas llevaderas.

    me has comprado querido amigo…jaja

    saludos.

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